Trucos para hacer la
pasta como todo un italiano
La pasta es, quizás,
uno de los primeros platos que realizamos cuando empezamos a cocinar. Y es que
resulta tan tan fácil, que creemos que cocer la pasta no tiene secretos. Nada más
equivocado que eso: la pasta, como cualquier otro alimento, tiene sus trucos
para llegar a cocinarla bien. Es verdad, cualquiera puede cocinar un poco de
pasta, pero no todos saben hacerlo en el modo adecuado. Y tú, ¿quieres aprender
cómo hacer la pasta como todo un italiano?
Hay diversas teorías
respecto a cuándo salar el agua. Hay quien dice que habría que salarla en
cuanto ponemos el agua en el fuego y quien dice que debería hacerse cuando el
agua ha empezado a hervir. La realidad es que el agua no salada hierve a 100
grados, mientras que el agua salada tarda un poquito más. Teniendo en cuenta
las proporciones que usamos de agua para cocer la pasta, la diferencia de
tiempo sería bastante irrelevante. También hay quien dice que es mejor echar la
sal cuando ya hierve el agua porque la sal es un corrosivo y, con el tiempo,
puede crear daños en la olla. Otra cosa a tener en cuenta es la tapadera de la
olla: si os acordáis de ponerla, ganaréis bastantes minutos para llevar a
ebullición el agua. ¿Una curiosidad? El punto de ebullición del agua disminuye
de un grado centígrado por cada 300 metros de altitud. Por tanto, en un punto a
1.500 m sobre el nivel del mar, la olla del agua hervirá a solo 95 grados, lo
cual dificulta la cocción de la pasta y, por tanto, en montaña se recomienda
cocer la pasta con la olla a presión.
La respuesta es mucho
más sencilla de lo que parece: la pasta “al dente” es mucho más digerible que
la pasta que ha cocido demasiado o que ha cocido demasiado poco. Cuando la
pasta se cuece demasiado, desarrolla una mayor cantidad de almidón, lo cual
hace que la pasta resulte más “pegajosa” y esto hace que el proceso de digestión
sea más lento porque las enzimas del estómago que trabajan en este proceso
emplean más tiempo para descomponer el alimento. Lo mismo sucede si la pasta se
ha quedado cruda: el almidón que se ha quedado sin descomponer durante el
tiempo de cocción ralentiza el proceso de digestión. En cambio, con la cocción “al
dente” no corremos estos riesgos, pues la combinación de gluten y almidón es
perfecta para una digestión adecuada.
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No es verdad que los
italianos son maníacos de la pasta, es solo que, como a todo el mundo, a ellos
también les gusta hacer bien las cosas y, para ello, hay que hacerlas de una
determinada manera. Veréis que después de este post, tendréis las ideas más
claras y entenderéis mejor por qué son tan exigentes los italianos en este
tema.
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Ahora voy a intentar
responder a las preguntas que solemos hacernos con más frecuencia:
1. ¿Cuánta agua usar?
Las medidas perfectas
serían 1, 10, 100: 1 litro de agua y 10 gramos de sal por cada 100 gramos de
pasta. No os preocupéis, que no tenéis
que ir con una calculadora en la mano y tampoco tenéis que estar calculando el
agua cada vez que ponéis la olla. Con un poco de práctica, sabréis cuánta agua
cabe en cada olla y cuál es la más adecuada para el número de comensales que
tenéis en la mesa (es muy importante usar una olla adecuada, lo suficientemente
alta y ancha, porque la pasta se tiene que mover libremente dentro de la olla
y, si es demasiado pequeña, se corre el riesgo de que se pegue y se rompa
durante la cocción). Por lo que respecta a la sal, una cuchara de postre de sal debería
ser 10 gramos.
2. ¿Cuándo salar el agua?
En fin, parece ser que
el momento en el que salar el agua no es tan fundamental como se pensaba, ¡lo
importante es no olvidarse de hacerlo, ya sea antes o después! Yo,
personalmente, dejo que empiece a hervir el agua, añado la sal y, mientras ésta
se disuelve, el agua volverá a hervir y solo entonces echo la pasta. Otra cosa
importante es no echarle ni aceite ni mantequilla ni nada más al agua. Para que
la pasta no se pegue, ¡no es necesario nada de eso! Bastará removerla bien los
primeros minutos de cocción y, después, escurrirla en el modo correcto.
3. ¿Cuánto tiempo hay que
cocer la pasta?
La pasta hay que
escurrirla cuando está “al dente”. Vale, pero, ¿qué significa exactamente esto?
“Al dente” es cuando notas el corte de la pasta con los dientes, cuando se
resiste a ser cortada y masticada, cuando la pinchas con el tenedor y notas cómo
se aplasta sin romperse. Eso es “al dente” y ése es el punto exacto de cuándo
tenemos que escurrir la pasta.
Es importante
cronometrar el tiempo que pasa la pasta dentro del agua en ebullición. Echad un
vistazo al paquete de pasta y contad los minutos exactos. Yo, por costumbre,
pruebo un poco de pasta cuando faltan dos minutos para la cocción “al dente”.
Intentad no pasaros con el tiempo, porque la pasta se pondrá demasiado blanda y
parecerá chicle.
Para controlar mejor
los minutos de cocción, es recomendable que no le pongáis una tapadera a la
olla, ni siquiera si la habéis usado anteriormente para llevar a ebullición el
agua más rápidamente. Cuando echéis la pasta, la ebullición se cortará. Cuando
rompa a hervir de nuevo, bajad ligeramente el fuego. Si no queréis que el agua
se salga de la olla porque las burbujitas de la ebullición empiezan a
desbordar, nada más simple que poner una cuchara de palo atravesada en lo alto
de la olla, no caerá ni una sola gota de agua fuera.
Si la pasta no
requiere de una preparación posterior (por ejemplo, es para una ensalada de
pasta), escurrir la pasta “al dente”.
Si, en cambio, tenéis
que añadirla a una salsa que estáis preparando, en ese caso es mejor escurrirla
un minuto prima, pues terminará de cocerse durante la mezcla de la pasta con la
salsa en la sartén u olla.
Si se trata de meterla
en el horno para gratinar, la podéis escurrir incluso dos minutos antes de que
esté “al dente”.
4. ¿Por qué es importante
cocer la pasta “al dente”?
5. ¿Cómo escurrir
correctamente la pasta?
Parece una respuesta
simple, ¿verdad? ¡Pues también tiene sus truquitos! Cuando la pasta esté lista
para ir a escurrirla, ¡hacedlo enseguida! No cometáis el error de apagar el
fuego, ir a coger el colador, colocarlo en el fregadero… No, todo esto lo
tenéis que tener ya preparado cuando la pasta esté lista. Cuando apagáis el
fuego, el proceso de cocción continúa y la pasta se hará siempre más blanda, así
que si no podéis escurrirla inmediatamente, os recomiendo que le echéis medio
vaso de agua fría a la olla para cortar el proceso de cocción (o un vaso,
dependiendo de cuánta agua hayáis usado). De todas formas, intentad no dejar
nunca la pasta en el agua durante más de 20/30 segundos desde que apagáis el
fuego.
Si usáis pasta larga,
como espaguetis o tallarines, no necesitaréis escurrirlos: será mucho mejor si
conseguís sacarlos de la olla con la cuchara especial para coger los espaguetis.
Mientras que si utilizáis pasta corta (macarrones y todo lo demás), tendréis
que escurrirlos. Os recomiendo no echar el agua directamente en el fregadero,
pues podría ser necesaria para amalgamar bien la pasta con la salsa, así que si
os recordáis, usad el colador encima de otra olla o una ensaladera que soporte
la temperatura del agua hirviendo.
Si la pasta va acompañada
con una salsa, está absolutamente prohibido enjuagar la pasta debajo del grifo,
pues este proceso enfriará la pasta y, además, le quitará el almidón, que nos
ayudará a amalgamar mejor la pasta con la salsa. En este caso, es mejor
terminar la preparación de la salsa al mismo tiempo que la cocción de la pasta.
Cuando tengáis cogida la mano, os resultará una cosa mecánica, pero si todavía
no tenéis los tiempos de cada cosa, es mejor que la salsa termine antes que la
pasta. Así, la mantendréis cubierta con la tapadera y esperaréis a que esté
hecha la pasta. Si la pasta termina antes, puede resultar un problema: pues en
ese caso habría que enfriarla enseguida debajo del grifo para que no se pegue
pero después perderíamos el almidón que tanto ayuda a crear una combinación pasta/salsa
perfecta.
Si por el contrario,
vais a hacer pasta fría o pasta al horno, lo mejor es enjuagar la pasta
precisamente para evitar que no se pegue la pasta a causa del almidón.
6. ¿Cómo terminar de
preparar nuestra receta de pasta?
Si habéis hecho una
salsa, echad la pasta recién escurrida y aún caliente en la sartén u olla. Añadid
un cucharón de agua de cocción de la pasta (solo si es necesario) y mezclar
todo muy bien hasta que resulte completamente amalgamado. Si vais a utilizar
queso, hacedlo solo cuando hayáis emplatado ya, para que la pasta haya cogido
todo el sabor de la salsa y, si es posible, ralladlo directamente al momento de
servirlo.
Si vais a comer una
ensalada de pasta, mezclad la pasta con el resto de ingredientes y guardadla un
buen rato en la nevera para que coja el gusto de los ingredientes.
Si vais a hacer la
pasta al horno, os recuerdo que sería mejor tener el horno ya precalentado
cuando escurráis la pasta. Echadla en la fuente adecuada, mezclada con la salsa
y/o demás ingredientes, cubridla con el queso y colocadla en el horno hasta que
se gratine y se ponga bien doradita.
Si habéis leído hasta
aquí, posiblemente os hayáis desanimado pensando que no conseguiréis nunca una
pasta perfecta pero… os aseguro que en realidad son pequeños detalles a tener
en cuenta, sencillos de seguir y que os distinguirán a la hora de preparar un
buen plato de pasta.
Y vosotros, ¿conocéis
otros truquitos para hacer la pasta como todo un italiano? Contadme todos
vuestros secretos, ¡os espero!
Si os ha gustado la receta me encantaría que la compartierais y si
queréis descubrir otras que puedan ser también de vuestro interés, os invito a
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Un articulo perfecto y muy real. Enhorabuena. Besitos
ResponderEliminarMuchas gracias! Espero poder aclarar con este post algunas ideas que no todos saben ;)
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